Los países son unidades armadas y así los países hispanos, cada uno con su narrativa funcional a ese hecho -del que se sigue los que mataron bien y los que mataron mal…. como cualquier estado. Y las relaciones internacionales son: la relación del arma consigo misma.

La diferencia es que nuestra lengua y cultura común manifiesta ese desgarro de toda la Humanidad y eso nos hace guías, tal como aconteció con los griegos y los chinos.

Los griegos consolidaron su cultura en torno a su lengua; la primera escrita con todas las letras, incluidas las vocales, medio por el que compartían y desarrollaban juntos su cultura. Los chinos, largamente bajo dominio de las tres dinastías antiguas, se dividieron tras el colapso de Zhou y al igual que los griegos, su lengua y cultura comunes da lugar a la filosofía, al pensamiento racional humano, por lo que en ambas coinciden en generar movimientos de unidad humana; así del Moísmo en China, la doctrina más popular de la época -sometida luego al servicio al estado unificado por el Confucianismo. Y así sucedió como con el cosmopolitismo cirenaico, cínico y estoico, las escuelas posocraticas, daría lugar al monoteísmo como ideal de unidad humana, pero ya bajo el control del estado/imperio, al igual q el confucianismo.

De ahí la misión de España en América; la fusión y unión con los otros pueblos de razas diversas, aunque fuese bajo la monarquía católica/universal hispánica.

Sobre esto reflexionamos hoy frente a un relato ajeno. Los alemanes y los austriacos hablan el mismo idioma, o los ingleses, estadounidense y australianos, pero lo ligan a su raza, a un supuesto origen ancestral. Pero, ¿Cómo ser hispanos y racistas? Institucionalmente, pues de parranda no nos distinguimos (lo viví en Berlín en los 80). Por eso, institucionalmente asumimos la Leyenda Negra, para asumir así el concepto racista de estado-nación (como ya los chinos, por cierto) la fórmula ideológica actual para ocultar el (efecto del) arma que nos priva de humanidad y libertad, lo que ‘vemos’ al cerrar los ojos y confesar voluntariedad en nuestro servicio al arma en lugar de tenerlos abiertos y afrontar nuestra común humana forzada sumisión.

Por eso, reivindicar la Hispanidad es reivindicar la Humanidad; exponer, decir y mostrar lo que son los estados todos -y la tarea de los políticos (llevarnos a la guerra). Si chinos y griegos fueron faros en la noche humana -un mundo ignoto, incomunicado- la Hispanidad puede ser la luz del amanecer. ¡¡Vamooos!!

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